Mujeres, calle y prohibición: Cuidado y violencia a los dos lados del Otún

7/15/2021

Entre las redes de apoyo mencionadas durante esta investigación, encontramos que son las amigas o compañeras de parche —ya sea del lugar de consumo o del sector donde ejercen la prostitución— con quienes se construye una relación de solidaridad y de beneficio mutuo: cuando a una le va bien, le ayuda a las demás. Son relaciones de cuidado mutuo, más que de amistades consolidadas. El lugar de permanencia o de cotidianidad, en palabras de Milanese et al., se configura como un vínculo y como una posibilidad: «es sentido y signo (…) nuestro ser en el mundo se mueve en un espacio/tiempo definido por las relaciones, por las redes de relaciones que nos unen, a nosotros y al otro, al tiempo» (2009, p. 39).

Al preguntarle a Jorge Andrés (23) sobre su red de apoyo, respondió: «Mis parceras a veces me dan la liga cuando les va bien. Yo también, cuando me va bien, le doy la liga a las parceras, pero familia no». A Luis no le gusta tener pareja y manifiesta que, a pesar de tener una relación «superbuena» con su familia, no los considera parte de su red, pues viven en otra ciudad y los ve una o dos veces al año.

Peppa, otra de las entrevistadas, nos cuenta que su red de apoyo es casi una estrategia de cuidado donde todas están atentas a las demás: «Claro, acá todas mantenemos muy pendientes de todas. Yo, por ejemplo, me voy con un man en un carro y ya cualquiera de acá tiene vista la placa, entonces sí somos muy, muy unidas en ese sentido».

Ya sea para ser cuidadas en medio de emergencias, para estar alerta ante situaciones de peligro, para completar lo del día en un rebusque difícil o para acogerse entre sí por la similitud de experiencias de vida, las mujeres que transitan la calle y la olla tejen formas de solidaridad entre sí. Ver documento completo.